Este 3 de marzo, el Frente Popular Revolucionario (FPR) llevó a cabo una marcha en la ciudad de Oaxaca como parte de su Jornada Estatal de Lucha, con el objetivo de visibilizar diversas problemáticas que afectan al estado y al país. La movilización se centró en exigir justicia por el asesinato de sus líderes, denunciar la criminalización de las organizaciones sociales y reclamar atención a las necesidades de las comunidades marginadas.
Durante la manifestación, los integrantes del FPR recordaron el asesinato de Tomás Martínez Pinacho, líder regional en la Sierra Sur, ocurrido hace cinco años, y señalaron que, a pesar del cambio de administración, los responsables intelectuales y materiales continúan en libertad. Asimismo, mencionaron otros casos de violencia contra sus miembros, como los de Manuel Cartas y Mario Hernández, cuyos crímenes permanecen impunes. Los manifestantes enfatizaron la falta de avances en las investigaciones y la ausencia de justicia para sus compañeros caídos.
Además de las demandas de justicia, el FPR denunció la represión selectiva y la falta de respuesta a las necesidades de las comunidades. Señalaron que, a pesar de los discursos oficiales sobre atención directa, persisten problemas como la inseguridad, la delincuencia, la escasez de medicamentos y la falta de material educativo en las escuelas. También criticaron la iniciativa de reforma a la Ley del ISSSTE 2025, al considerarla perjudicial para los derechos laborales, y expresaron su solidaridad con el magisterio democrático en su lucha contra dicha reforma.
La marcha del FPR se enmarca en un contexto nacional e internacional complejo. A nivel global, la confrontación entre potencias imperialistas ha dejado millones de muertos en conflictos como el de Rusia y Ucrania, mientras que en la Franja de Gaza, miles de civiles han sido asesinados. En el ámbito nacional, el regreso de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos ha generado presiones sobre México, incluyendo amenazas de incremento de aranceles y la criminalización de migrantes, lo que agrava la situación económica de la clase trabajadora. En Oaxaca, las disputas políticas internas y las políticas gubernamentales no han logrado mejorar las condiciones de vida de la población, según denuncian las organizaciones sociales.