El municipio de Oaxaca de Juárez enfrenta una deuda de 9 millones de pesos por sanciones impuestas por el uso irregular del área conocida como «El Playón» de la Central de Abasto como tiradero de basura. Según el presidente municipal, Raymundo Chagoya, las multas, derivadas de la administración pasada, están en proceso de negociación con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para reducir el monto, dado que las finanzas municipales no permiten cubrir la totalidad.
De las tres sanciones aplicadas, una ya está en proceso de ejecución, mientras las otras dos esperan resolución. El edil aseguró que, aunque su administración no autorizó la operación del centro de transferencia en El Playón, trabajan para resolver los problemas legales y ambientales generados. Paralelamente, enfrentan otras sanciones de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Oaxaca (Propaeo) por un monto adicional de 7 millones de pesos, que permanecen en proceso administrativo.
Ante la falta de recursos municipales, el gobierno estatal ha asumido el costo del traslado de los desechos sólidos al estado de Veracruz. Aunque esta medida alivia temporalmente el problema, Chagoya calificó el esquema como insostenible y un reflejo de la mala planeación de gobiernos anteriores. El funcionario señaló que la solución de fondo será la construcción del Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU) en San Pedro Totolápam.
Sin embargo, el proyecto del CIRRSU enfrenta oposición en Totolápam. Los habitantes afirman que el predio destinado para la obra carece de las condiciones ambientales adecuadas y temen que la instalación se convierta en un tiradero a cielo abierto, afectando gravemente el entorno. A pesar de las garantías ofrecidas por el edil y las imágenes mostradas por el gobierno estatal, que aseguran el cumplimiento de normativas ambientales, las comunidades locales permanecen escépticas.
El gobierno estatal se encuentra en una carrera contra el tiempo para equilibrar las exigencias ambientales y la viabilidad económica del manejo de residuos en Oaxaca. Mientras tanto, las tensiones con la comunidad de Totolápam ponen en evidencia la complejidad de encontrar soluciones sostenibles a largo plazo.