El incremento en el precio de la uva en Oaxaca ha sorprendido a los consumidores locales. Durante la última semana del año, cuando las familias se preparan para las festividades de Año Nuevo, el costo de este fruto ha llegado hasta los 200 pesos por kilogramo. Este aumento significativo se debe a diversos factores, incluyendo problemas de producción y distribución.
El ritual de consumir 12 uvas a la medianoche del 31 de diciembre es una tradición arraigada en muchas culturas hispanohablantes, simbolizando los deseos para los próximos 12 meses. Sin embargo, este año, el costo elevado puede llevar a algunas familias a reconsiderar esta costumbre o buscar alternativas más asequibles.
Los comerciantes locales han señalado que la escasez de suministro es una de las principales causas del aumento de precios. Las condiciones climáticas adversas y los desafíos logísticos han contribuido a una menor disponibilidad de uvas en el mercado. Además, la inflación generalizada ha exacerbado la situación, impactando no solo a los consumidores, sino también a los pequeños negocios que dependen de la venta de este producto estacional.
En comparación con años anteriores, donde el precio promedio de la uva rondaba los 80 a 100 pesos por kilogramo, el incremento actual representa un desafío económico significativo para muchas familias en Oaxaca. Ante esta situación, algunos consumidores están optando por frutas alternativas o limitando sus compras a cantidades más pequeñas para ajustarse a su presupuesto.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural ha indicado que se están tomando medidas para mejorar la situación a largo plazo, aunque las soluciones inmediatas parecen limitadas. Mientras tanto, los oaxaqueños enfrentan la difícil decisión de ajustar sus tradiciones para dar la bienvenida al nuevo año de manera festiva y significativa, a pesar de las restricciones económicas.