El gobernador Salomón Jara Cruz encabezó la reapertura del histórico Panteón de San Miguel en la Ciudad de Oaxaca, tras una serie de trabajos de restauración en los que se invirtieron más de 32 millones de pesos. Este esfuerzo preserva la riqueza cultural y arquitectónica de uno de los recintos más emblemáticos de la ciudad, en un momento clave de cara a la temporada de Día de Muertos.
El Panteón de San Miguel tiene sus orígenes en 1829, cuando una devastadora epidemia de viruela afectó a la Ciudad de Oaxaca. En respuesta a esta crisis sanitaria, se dispuso de un terreno cruzando el antiguo río de Jalatlaco y junto a la cantera de la ciudad, que se convirtió en el sitio para inhumar a las víctimas de la enfermedad. Desde entonces, el panteón se ha transformado en un espacio simbólico que guarda la memoria de generaciones de oaxaqueños.
Durante la ceremonia, el gobernador Jara Cruz destacó la reapertura del panteón como «una nueva oportunidad para que el Panteón de San Miguel sea un espacio de amor, respeto y agradecimiento a quienes nos han antecedido». Subrayó además el compromiso de su administración con la conservación de espacios históricos y culturales, que son fundamentales para la identidad de Oaxaca y el fomento del turismo en la región.
El proyecto de restauración contó con el valioso respaldo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien durante su administración promovió la preservación del patrimonio cultural de Oaxaca y de todo el país. «Con mucha sinceridad, agradezco a todos los que hicieron posible devolverle a este espacio su esplendor, honrando su valor cultural e histórico para Oaxaca», expresó Jara Cruz. En su intervención, el gobernador reconoció también el esfuerzo de restauradores, arquitectos, artesanos y trabajadores que colaboraron en la mejora del recinto, permitiendo que el panteón renazca con infraestructura y seguridad renovadas.