La comunidad indígena Chocholteca de San Miguel Tequixtepec, ubicada en el distrito de Coixtlahuaca, ha emitido un comunicado, desde el Palacio de Gobierno, donde denuncia serias afectaciones derivadas de la gestión de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán. Según el comisariado de bienes comunales, Fernando Cruz, la reserva ha representado un «engaño» para la comunidad debido a la falta de participación y atención por parte de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONANP), lo que ha dejado a la región vulnerable a plagas y otros problemas ambientales.
El comunicado detalla que una plaga de gallinita ciega, responsable de dañar la vegetación local, ha acelerado el proceso de desertificación, afectando directamente los recursos hídricos de la zona. En la región Mixteca de Oaxaca, donde la vegetación es escasa y centenaria, la sequía y la plaga han puesto en riesgo la supervivencia de especies vegetales cruciales para la vida local, lo que está obligando a los campesinos a abandonar las labores agrícolas debido a la escasez de agua.
Uno de los principales reclamos de la comunidad es la falta de un plan de manejo para la reserva, lo que, según los denunciantes, evidencia el desinterés hacia las necesidades y derechos de los pueblos originarios que habitan en la zona. La comunidad afirma que, desde la creación de la reserva en 1998, las 16 mil hectáreas de su territorio han sido integradas a la misma sin su consentimiento ni participación activa, quedando al margen de cualquier tipo de beneficio o colaboración en los programas de conservación.
Además, la comunidad señaló la falta de atención a las 16 mil hectáreas de su territorio, en especial por la ausencia de un manejo adecuado de la plaga, que ha devastado grandes extensiones de su arbolado. La falta de acción ha permitido la proliferación de incendios, exacerbados por la vegetación muerta, mientras que las heladas incrementan el daño en la región. También se mencionó la instalación de una mega granja porcina en 2004, que ha generado un impacto negativo sin haber cumplido con las promesas de desarrollo y progreso para la comunidad.
A pesar del reconocimiento de la reserva como patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2018, la comunidad denuncia que el daño a las pinturas rupestres y otros patrimonios naturales sigue sin recibir atención adecuada. La comunidad pide que el gobierno federal, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, atienda sus demandas y propicie un espacio de diálogo para tratar los graves problemas que enfrentan.
El llamado de la comunidad es claro: exigen una mesa de diálogo para exponer de primera mano los riesgos que enfrenta su territorio, así como la necesidad urgente de un manejo adecuado de los recursos naturales que garantice la supervivencia de su ecosistema y la preservación de su cultura.
La situación continúa siendo un desafío tanto para los habitantes de San Miguel Tequixtepec como para el gobierno, que deberá atender las demandas de esta comunidad indígena para evitar mayores consecuencias medioambientales y sociales.