La inflación en México mostró una desaceleración en la primera quincena de marzo de 2025, situándose en un 3.67 por ciento anual, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este descenso mantiene la inflación dentro del rango objetivo del Banco de México (Banxico), que oscila entre el 2 por ciento y el 4 por ciento. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un incremento quincenal del 0.14 por ciento, evidenciando una moderación en el alza de precios respecto a periodos anteriores.
Al desglosar los componentes del INPC, se observa que las frutas y verduras experimentaron una disminución anual del 3.67 por ciento en sus precios, mientras que los productos pecuarios presentaron un aumento del 8.93 por ciento. En conjunto, el sector agropecuario mostró una inflación anual del 4.22 por ciento. Por otro lado, los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno registraron una inflación del 2.96 por ciento en la primera mitad de marzo. Estos movimientos contribuyeron a que la inflación no subyacente se ubicara en 3.89 por ciento anual. En cuanto a la inflación subyacente, que excluye bienes y servicios con precios más volátiles, se situó en 3.56 por ciento anual, su nivel más bajo desde mayo de 2020.
La desaceleración inflacionaria, junto con una contracción económica del 0.2 por ciento en enero de 2025, ha generado expectativas de que Banxico continúe con su ciclo de flexibilización monetaria. Analistas prevén que, en su próxima reunión del 27 de marzo, el banco central reduzca la tasa de interés en 50 puntos base, llevándola al 9 por ciento. Este ajuste buscaría estimular la economía y mantener la inflación dentro del objetivo establecido.