La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, acusó al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de intentar realizar una maniobra a última hora antes de ser disuelto por la reforma que transformará el organismo. En una conferencia de prensa, Sheinbaum reveló que el día anterior a la desaparición del IFT, el organismo abrió una licitación para 2,400 frecuencias de radio en todo el país, lo que, según la mandataria, fue un intento de «dar un albazo» en el proceso de reestructuración.
«Este tipo de acciones son una clara muestra de que se buscaba actuar de manera expedita y fuera de los plazos que dictan los intereses nacionales», afirmó Sheinbaum. Explicó que la licitación, que involucra frecuencias de radio que podrían beneficiar a diversos actores del sector, fue abierta sin el debido proceso y antes de la disolución del IFT, prevista por la nueva reforma propuesta por su gobierno.
La presidenta también dejó claro que su administración no permitirá que decisiones de esta índole queden sin revisión. «Haremos todo lo que esté jurídicamente a nuestro alcance para revertir esta acción, porque no es una medida que favorezca al interés público», afirmó.
El IFT, cuyo papel ha sido fundamental en la regulación de las telecomunicaciones y la radiodifusión en México, será reemplazado por un nuevo organismo que, según Sheinbaum, estará más alineado con los intereses de la nación. La desaparición del IFT es una de las reformas más polémicas de la actual administración, que ha recibido críticas tanto a nivel nacional como internacional por parte de diversos sectores, incluyendo el empresarial y el académico.
Con respecto a la licitación de las frecuencias, expertos en telecomunicaciones señalaron que la apertura de estos procesos de manera apresurada podría generar una gran concentración de medios y un posible descontrol en la asignación de estas frecuencias, lo que afectaría la pluralidad en los medios de comunicación en México.
Este episodio refleja la tensión política en torno a la reforma y los cambios que propone la presidenta, quienes critican la decisión aseguran que se trata de un retroceso en el acceso libre y diverso a la información. Sin embargo, desde el gobierno, la intención es garantizar que el sector de telecomunicaciones y radiodifusión se maneje de una manera más equitativa y transparente.
El futuro de las 2,400 frecuencias de radio aún está por definirse, pero la postura del gobierno es firme en su intención de revertir lo que consideran una maniobra del IFT para evitar que la licitación se lleve a cabo bajo su administración.