Asia celebró el Día del Trabajo de manera dispar, pero también con denominadores comunes, con manifestaciones en lugares como Japón, el sur y el sureste del continente, premios honoríficos al empleado “modélico” en Corea del Norte y éxodo vacacional en China.
Entre las reclamaciones compartidas por muchos países destacan el aumento salarial y la mejora de las condiciones laborales, en una jornada que India vivió inmersa en sus elecciones generales, las mayores del mundo.
Miles de personas marcharon por las calles de algunas capitales del Sureste Asiático para reivindicar subidas salariales, entre otros derechos, en esta desigual y pujante región en el Día Internacional de los Trabajadores.
Salvo en Manila, donde se produjeron pequeños altercados entre manifestantes y la policía, las protestas en Yakarta, Kuala Lumpur y Bangkok transcurrieron sin incidentes y bajo el sol abrasador que asola la región, sumida en una fuerte ola de calor.
“El sudor del trabajador tailandés es la fuerza motriz del país. Nunca olvido el compromiso de aumentar los ingresos y reducir los gastos”, escribió en X el primer ministro tailandés, Srettha Thavisin.
En China, donde las vacaciones por el Día Internacional de los Trabajadores están marcadas en el calendario y no suele haber manifestaciones, se esperan este año alrededor de 270 millones de viajes diarios, lo que supera los niveles previos a la pandemia.
El aumento en la actividad turística durante estos días es un indicador positivo de la recuperación de China, según apuntaron varios analistas al diario oficialista Global Times, si bien el país sigue afrontando graves problemas en el ámbito económico, destacando el declive del sector inmobiliario.
Aunque Japón no celebra de manera oficial el Día Internacional de los Trabajadores, miles de japoneses protestaron este Primero de Mayo en demanda de mejores programas laborales y mayor salario para los trabajadores de bajos ingresos, una tradición desde después de la Segunda Guerra Mundial.
Esta jornada se enmarca, sin embargo, dentro de la Golden Week (Semana Dorada), que se celebra en Japón entre el 29 de abril y el 5 de mayo con varios festivos nacionales, por lo que muchos japoneses aprovechan estas fechas para viajar o visitar a su familia.
Mientras en Corea del Sur el 1 de mayo es un tanto atípico al ser oficialmente un día laborable -pese a que los funcionarios no trabajan, la Bolsa de Seúl no opera y muchas empresas dan feriado-, en Corea del Norte el Día del Trabajo es una importante festividad.
Cada año en el hermético país suelen entregar premios honoríficos al “trabajador modélico” y se aprovecha para lanzar mensajes propagandísticos.
“Los trabajadores de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) disfrutan de toda la felicidad del mundo como dueños del paraíso socialista bajo el cálido cuidado del respetado camarada Kim Jong-un”, recordó el Ministerio de Exteriores norcoreano.
La vulnerabilidad de los derechos de los trabajadores en Nepal -donde el 20 por ciento de los obreros no cobra el salario mínimo-, los abusos en el sector textil en Bangladés -uno de sus principales motores económicos- o la recuperación económica en Sri Lanka, donde hubo manifestaciones, marcaron el día en el sur de Asia.
“Urgimos al gobierno bangladesí a que ponga fin de inmediato a la represión de los derechos de estos trabajadores y a que garantice que pueden ejercer su derecho a la libertad de expresión y asociación”, declaró en un comunicado la directora regional adjunta para Asia Meridional de Amnistía Internacional, Nadia Rahman.
Por su parte, el primer ministro nepalí, Pushpa Kamal Dahal, se comprometió a aprobar mejoras para los trabajadores, y en India, donde el día no es festivo en la mayoría de las regiones, la efeméride se celebró de forma desigual y eclipsada por las elecciones generales en curso, que comenzaron en varias fases el 19 de abril y cuyos resultados no se esperan hasta el 4 de junio.
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FFO