Los incendios de Palisades y Eaton, que devastaron la ciudad de Los Ángeles, están ahora completamente controlados, luego de más de tres semanas de arduos esfuerzos para extinguir las llamas, según las autoridades locales. Estos incendios fueron los más destructivos de la historia reciente de la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, dejando un saldo trágico de una treintena de muertos y miles de desplazados.
El 7 de enero, ambos incendios estallaron en el sur del estado de California y rápidamente arrasaron con una vasta extensión de terreno. Quemaron más de 150 kilómetros cuadrados, destruyendo más de 10,000 viviendas y causando daños materiales que se estiman entre 250,000 y 275,000 millones de dólares, según la empresa meteorológica AccuWeather.
El departamento de bomberos de California, Cal Fire, informó que los incendios de Palisades y Eaton están ahora controlados al 100%. Las órdenes de evacuación habían sido levantadas con anterioridad, ya que los incendios ya no representaban una amenaza inminente.
Sin embargo, la situación se complicó con la proliferación de saqueos en las propiedades evacuadas. Decenas de personas fueron detenidas bajo sospecha de robo. Para prevenir nuevos incidentes, las autoridades locales anunciaron un aumento significativo de la presencia policial en las áreas afectadas.
Aunque las causas exactas de los incendios siguen bajo investigación, un estudio reciente ha indicado que el cambio climático juega un papel importante en la intensificación de estos desastres, ya que reduce las precipitaciones, seca la vegetación y prolonga las condiciones de sequía. Además, los potentes vientos de Santa Ana, típicos del invierno en California, favorecieron la propagación de las llamas.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, expresó su esperanza de que los residentes afectados puedan regresar pronto a sus hogares y reconstruir sus vidas de la manera más rápida y segura posible. Además, subrayó que habrá “tolerancia cero” ante los saqueos y la delincuencia.