Se cumplen cinco años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia de covid-19 el 11 de marzo de 2020, marcando el inicio de una crisis sanitaria global sin precedentes. Desde entonces, el virus ha dejado un saldo de más de siete millones de muertes confirmadas, aunque la ONU estima que la cifra real podría superar los 20 millones. Además del impacto en la salud, el covid-19 provocó la mayor recesión económica desde la Gran Depresión, afectando gravemente a sectores como el turismo y llevando la deuda mundial al 98 por ciento del PIB en 2020.
El pico de mortalidad se registró en enero de 2021, cuando se reportaron cerca de 99 mil decesos semanales a nivel mundial. En cuanto a los contagios, la OMS estima que hubo más de 777 millones de casos confirmados, siendo 2022 el año con el mayor número de infecciones, con 445 millones. A pesar de los avances en la vacunación, con más de 13 mil 640 millones de dosis administradas, las desigualdades persisten: en países de bajos ingresos, sólo el 5 por ciento de la población recibió una dosis de refuerzo, frente al 49 por ciento en economías más desarrolladas.
El impacto económico también fue significativo. En 2020, la economía mundial cayó un 3.3 por ciento, con contracciones del PIB en la Unión Europea (-6.4 por ciento), América Latina (-7 por ciento) y Estados Unidos (-3.5 por ciento). Solo China logró evitar la recesión con un crecimiento del 2.2 por ciento. El turismo, uno de los sectores más afectados, registró una caída del 74 por ciento en 2020, con pérdidas superiores a un billón de dólares. A pesar de la recuperación gradual, en 2022 el turismo internacional aún estaba por debajo del 63 por ciento de los niveles prepandemia, alcanzando su normalización en 2024.
Cinco años después, la pandemia dejó lecciones sobre la importancia de los sistemas de salud, la ciencia y la cooperación internacional. Sin embargo, sus secuelas aún persisten, con casos de covid prolongado y retos económicos derivados de la crisis global.