El Día Mundial de la Diabetes, celebrado cada 14 de noviembre, busca concientizar sobre el creciente impacto de esta enfermedad crónica que afecta a más de 530 millones de personas en todo el mundo.
En México, la prevalencia de diabetes es alarmante, con un 18.3% de la población afectada, es decir, más de 14 millones de personas. Los factores de riesgo, como el sobrepeso, la obesidad y una dieta alta en azúcares y grasas, son responsables de la creciente incidencia de esta condición. La diabetes aumenta significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como infartos, ACV y arritmias, lo que representa un desafío para la salud pública y la calidad de vida de quienes la padecen.
Aunque la diabetes es una enfermedad de alto riesgo, existen avances médicos que permiten un control eficaz de la enfermedad.
El tratamiento con medicamentos basados en incretinas y cambios en el estilo de vida, como una dieta equilibrada y actividad física, son clave para prevenir complicaciones graves.
Además, con un diagnóstico temprano y el manejo adecuado, es posible reducir los riesgos cardiovasculares y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Especialistas recomiendan una atención integral y el seguimiento constante de los niveles de glucosa, el peso y la presión arterial para minimizar los efectos adversos de la diabetes.