Un químico vinculado al Cártel de Sinaloa fue detenido en España, junto con otras 15 personas, en un operativo conjunto de las autoridades españolas e internacionales. El detenido, identificado como parte del grupo de «Los Chapitos», se desplazó desde México con el objetivo de expandir las influencias del cártel en territorio europeo.
La operación comenzó en julio, cuando la Policía Nacional detectó un patrón sospechoso de narcotráfico en Yuncos, Toledo, donde se observó un flujo inusual de personas y vehículos. Esto motivó una serie de investigaciones que permitieron identificar a los miembros de la organización, aunque la localización de los laboratorios de drogas fue especialmente difícil debido a que se encontraban en lugares aislados y los investigados tomaban medidas extremas para evitar ser detectados.
En Palomeque, se descubrió un laboratorio de metanfetamina, donde se procesaban grandes cantidades de líquidos y reactivos. Estos productos eran «enfriados» en puntos intermedios antes de su traslado final a los laboratorios para su procesamiento.
Por otro lado, en Méntrida, la Policía halló un segundo laboratorio en una macrofinca aislada y de muy difícil acceso. Este laboratorio también se dedicaba a la producción de metanfetamina y cocaína, y operaba con una logística compleja para evitar ser localizado.
La operación resultó en el decomiso de más de 125 kilos de cocaína base y seis kilos y medio de metanfetamina, junto con varios productos químicos y reactivos utilizados en la fabricación de drogas sintéticas. Además, se incautaron dispositivos de laboratorio y otros materiales que estaban siendo empleados en la producción y distribución de estas sustancias.
El detenido, un químico del Cártel de Sinaloa, jugaba un papel clave en la fabricación y distribución de metanfetamina en Europa, una región que ha sido un mercado cada vez más importante para los narcotraficantes mexicanos. La detención de este individuo y el desmantelamiento de los laboratorios es un golpe significativo para las operaciones del Cártel de Sinaloa en el continente europeo.
Este operativo se enmarca dentro de los esfuerzos internacionales para combatir el narcotráfico y desmantelar las redes de distribución de drogas sintéticas, como la metanfetamina y el fentanilo, que están afectando gravemente a diversas regiones del mundo.