Autoridades confirmaron este lunes que la cifra de muertos por el deslave de un cerro en el municipio de Jilotzingo, Estado de México, ha ascendido a nueve personas, entre ellas una bebé de tres meses. El desastre natural, ocurrido durante la noche del viernes y la madrugada del sábado, dejó varias viviendas sepultadas y tres personas fueron rescatadas con vida.
En un comunicado emitido por la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) del gobierno mexicano, se informó que el último corte de las 14:00 horas (20:00 GMT) indicaba la recuperación de nueve cuerpos y el rescate de tres sobrevivientes.
Un total de 584 elementos de distintas dependencias, incluyendo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar), la Guardia Nacional, la CNPC, y personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se encuentran en la zona, colaborando en las labores de rescate junto a las autoridades estatales y municipales.
Apoyo a la población afectada
La CNPC informó que las autoridades han concluido las labores de rescate y ahora se concentran en brindar apoyo a la población afectada. Se han habilitado cuatro refugios temporales donde se ha dado alojamiento y alimentación a 132 personas. También se han brindado servicios de atención médica y psicológica, la entrega de medicamentos y la aplicación de vacunas para prevenir posibles enfermedades.
Desde el sábado, seis máquinas de excavación han removido decenas de toneladas de lodo y escombros para continuar con la búsqueda de posibles víctimas. Como medida de prevención, viviendas y negocios cercanos a la zona del desastre han sido evacuados.
Cancelación de celebraciones patrias
El municipio de Jilotzingo ha cancelado las celebraciones del Grito de Independencia debido a la tragedia. La presidenta municipal, Ana Teresa Casas González, anunció la suspensión de los festejos patrios, destacando que todos los esfuerzos están dirigidos a las labores de rescate y apoyo a las familias afectadas por el derrumbe del cerro San Luis Ayucan, ocurrido el pasado 13 de septiembre.
El terreno, que sigue siendo inestable debido a las lluvias constantes, sigue bajo vigilancia mientras las autoridades buscan prevenir más afectaciones y garantizar la seguridad de la comunidad.