En el Juego 4 de la Serie del Rey, los Diablos Rojos del México lograron una victoria de 4-2 sobre los Sultanes de Monterrey, asegurando así su décimo séptimo título de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Este triunfo marcó el fin de una década sin campeonatos para el equipo capitalino.
A pesar de varios cambios de lanzador por parte de Roberto Kelly para intentar detener a los Diablos, los Sultanes enfrentaron dificultades significativas y llegaron a 28 entradas sin anotar una carrera durante la serie. Aunque los Sultanes lograron registrar sus primeras carreras en el noveno inning, no fue suficiente para evitar la derrota. La victoria de los Diablos Rojos se selló desde el inicio del juego, concluyendo con un resultado final de 4-2.