Un grupo de menores indígenas, pertenecientes a la etnia tzotzil de San Cristóbal de Las Casas, estado de Chiapas, marcharon el Día Internacional del Trabajo para protestar contra la explotación infantil que persiste en comunidades, zonas rurales y ciudades del sur de México.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Chiapas ocupa el segundo lugar a nivel nacional en trabajo infantil, con el 18,3% de menores involucrados en alguna forma de labor. La movilización, liderada por niños y niñas, también destacó la necesidad de trabajo digno y bien remunerado ante la discriminación hacia la población indígena en el país.
Los manifestantes demandaron a las autoridades no criminalizar el trabajo infantil ni a sus padres, quienes buscan sustento en el sector informal. Además, expresaron preocupación por la violencia en la región, señalando casos recientes de asesinatos de menores y la presión para ser reclutados por grupos delictivos. Organizaciones civiles como Melel Xojobal han denunciado el aumento de la violencia armada y la vulnerabilidad de los niños indígenas, quienes enfrentan malos tratos, salarios bajos y riesgos de explotación y reclutamiento por parte de la delincuencia organizada.