Las fiestas de todos Santos y Muertos en Oaxaca es una de las mejores festividades de todo México; la peculiaridad de ello radica en su exquisita gastronomía que deleita a vivos y muertos; en estos días no puede faltar en el altar, el mole negro, pan de yema, chocolate de leche y de agua, también estos elementos son parte de un exclusivo menú que se ofrece desde el 25 de octubre hasta los primeros cinco días del mes de noviembre.
El significado de la muerte en la cultura de las y los oaxaqueños en estas fechas está presente por doquier, el respeto por la muerte y el profundo amor hacía quienes se adelantaron en el camino, hacia el más allá se convierte en una fiesta llena de colores, sabores y aromas, además de dar muestra de la cultura ancestral de los pueblos originarios de la entidad.
La riqueza cultural de los pueblos se muestra a través de la alegría, la música, los trajes y el baile en las comparsas monumentales, donde la magia y el misticismo de las tradiciones del Día de Muertos se muestra a las y los visitantes, locales, nacionales e internacionales, quienes se suman a los festejos, muchos de ellos participan de la grandeza cultural.
Todo inicia el 31 de octubre con la celebración del Día de Muertos, un día dirigido únicamente a los niños, pues se dice que son sus almas las que vienen a visitar a sus familiares este día en específico. Las familias de los difuntos adornan sus altares con flores de cempasúchil con un camino que va desde la entrada de la casa, hasta su altar, para poder guiar a las pequeñas almas, para los angelitos se les colocan algunos dulces y juguetes.
El 1ro de noviembre, se espera la visita de las almas adultas, donde, en la ofrenda, se les pone copal, ya que se cree que funcionará para guiar a sus difuntos hacia sus platillos favoritos.
Ese mismo día, se acostumbra “llevar a los muertos”, la cual es una tradición en la que se regalan y ofrecen los alimentos que se pusieron en los altares a familiares y amigos, música no puede faltar.
Después, se dirigen al gran Cementerio, donde se adornan las tumbas de los difuntos para poder pasar un rato a su lado, festejando. Dentro del cementerio, se puede apreciar la gran decoración de velas que iluminan el camino a las almas y se llena de grandes arreglos de cempasúchil. También, se realizan concursos de altares que las personas realizan a sus familiares.
La llegada de los fieles difuntos. Este gran espectáculo termina el 2 de noviembre, Algunos de los camposantos a los que más se acude para conocer la tradición son: el Panteón General, el de Santa Cruz Xoxocotlán y el de Santa María Atzompa.