El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solicitó al Congreso la aprobación de fondos federales destinados a ejecutar «la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos», superando incluso las cifras alcanzadas durante la administración de Dwight D. Eisenhower.
Durante su discurso ante la sesión conjunta del Congreso, Trump enfatizó la necesidad de reforzar la seguridad fronteriza y cumplir sus promesas electorales relacionadas con la inmigración.
En su primer mes de regreso a la Casa Blanca, la administración Trump deportó a aproximadamente 37 mil 660 inmigrantes indocumentados, una cifra inferior al promedio mensual de deportaciones durante el último año de la administración de Joe Biden, que fue de 57 mil.
A pesar de esta disminución inicial, se anticipa un incremento en las operaciones de deportación en los próximos meses, alineado con la política de reforzar la seguridad fronteriza.
Además, el despliegue de militares en la frontera con México ha contribuido a una reducción significativa en el número de detenciones de individuos en situación irregular. Trump destacó la declaración de emergencia nacional en la frontera sur y la rápida movilización del Ejército como medidas efectivas para disminuir los cruces ilegales, afirmando que el mes pasado se registraron las cifras más bajas de cruces ilegales jamás registradas.
En el palco presidencial, junto a la primera dama Melania Trump, se encontraba Tom Homan, designado como ‘zar de la frontera’, a quien el presidente agradeció por su labor en las últimas semanas. Trump concluyó su intervención asegurando que su administración está logrando «la gran liberación de América», reiterando su compromiso con políticas migratorias más estrictas y la protección de las fronteras nacionales.