Desde principios de 2025, el tema del cambio de nombre de México ha cobrado relevancia en el ámbito político. Un factor clave es la propuesta lanzada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien sugirió renombrar el “Golfo de México” a “Golfo de América”. En respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó una contrapropuesta que plantea cambiar el nombre de “Golfo de América” a “América Mexicana”. Sin embargo, el debate sobre el nombre oficial de la nación ha tomado fuerza a nivel local, a raíz de la sugerencia de la diputada del PAN, Kenia López Rabadán, quien propuso eliminar el título de «Estados Unidos Mexicanos» y adoptar únicamente el nombre de «México» en la Constitución.
López Rabadán explicó que esta propuesta tiene como fin simplificar los documentos oficiales, fortalecer la identidad nacional y hacerla más acorde con el uso internacional, ya que, argumentó, el nombre “México” es el que realmente nos da identidad y conexión con el país. La diputada recordó que, aunque el título oficial de la nación es “Estados Unidos Mexicanos”, el uso cotidiano y en organismos internacionales, como la ONU y la OEA, se ha inclinado por referirse a México simplemente como “México”. Esta propuesta no es la primera vez que se discute en la política mexicana, ya que el expresidente Felipe Calderón intentó en su momento promover una iniciativa similar cuando estuvo al frente del Poder Ejecutivo.
El origen del nombre de México proviene del náhuatl «Mēxihco», término usado por los mexicas para denominar su capital, Tenochtitlán, y que significa «En el ombligo de la Luna». A pesar de que el país ha tenido variaciones de nombre a lo largo de su historia, como «República Mexicana» y «Nación Mexicana», el nombre de México continúa siendo una referencia cultural y lingüística clave en la identidad nacional.