Un grupo de 40 migrantes mexicanos, entre los que se incluye una familia mixteca originaria de Oaxaca, que solicitó asilo en los Estados Unidos en octubre pasado, ha denunciado abusos por parte de las autoridades fronterizas, quienes los enviaron de regreso a Nogales, Sonora.
Entre los afectados se encuentra una familia de mujeres y niños del municipio mixteco de San Miguel El Grande, que fue deportada a Nogales en menos de 24 horas tras entregarse en la frontera.
Según informó Human Rights Watch, el proceso de solicitud de asilo comienza cuando las personas que huyen de su país se entregan a los oficiales federales, como los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, y expresan su temor a regresar, solicitando refugio. Sin embargo, la organización denunció que, en muchos casos, los migrantes que se entregan son sometidos a tratos abusivos por parte de los agentes, quienes no respetan las normas de derechos humanos, tanto a nivel nacional como internacional.
Los testimonios indican que, al entregar su solicitud de asilo, muchos migrantes fueron ignorados, intimidados e incluso se les dijo que el asilo ya no era una opción en Estados Unidos. Human Rights Watch siguió de cerca a 40 solicitantes de asilo, quienes, independientemente del punto de la frontera donde se entregaron, fueron deportados a Nogales, Sonora.
De estos, tres de cada cuatro migrantes indicaron que no se les permitió explicar sus temores o presentar formalmente sus solicitudes. Algunos reportaron que los agentes de la Patrulla Fronteriza los insultaron y les gritaron. Además, los migrantes señalaron que los oficiales solo se comunicaron en inglés, a pesar de que ellos solo hablaban español, durante los tres días que duró su detención.
La organización también señaló que los agentes les quitaron la ropa y los cordones de los zapatos, bajo el pretexto de prevenir que los migrantes, en su desesperación, pudieran intentar lastimarse.
Human Rights Watch expresó su preocupación de que estos abusos se intensifiquen en las próximas semanas, especialmente con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, quien ha prometido endurecer las políticas migratorias y llevar a cabo la mayor deportación en la historia del país.