«El servicio irregular de pipas está causando la muerte de personas» GERARDO ALDECO
Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca.
El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua
FENÓMENOS METEREOLÓGICOS
El Niño provocó aumento de temperaturas y sequías récord desde diciembre del 2023 y se puede prologarar hasta mayo.
CUESTIÓN DE PESOS
En México se necesita una inversión de 120 mil millones de pesos a lo largo de 10 años para garantizar el acceso universal al agua, pero este año el sector tiene un presupuesto de apenas 67 mil millones.
Numeralia
2021
el año más afectado por la sequía en México
95.2 %
Del territorio mexicano afectado por la sequía en el 2021
52.5
La temperatura más alta registrada en México
83%
Municipios afectados por la sequía en Oaxaca este 2024
55
municipios con sequía extrema en Oaxaca (D3)
D0
El grado de sequía que hay en Oaxaca capital
Cabeza
Agua, el grave desafío de Oaxaca
Sumario
Oaxaca está atravesando una crisis hídrica. La intensa sequía que azota al país y que afecta particularmente a Oaxaca, se ve agravada por una infraestructura inadecuada. Esta situación es el resultado de un legado histórico de corrupción y negligencia gubernamental que hoy pone en peligro la seguridad pública y la salud de la población
NADIA SANABIA
El 83 por ciento de los municipios de Oaxaca (477) enfrentan una sequía que varía de inusual a extrema en estos primeros meses del 2024.
Entre estos, 54 municipios reportan las situaciones más críticas, con un riesgo elevado de pérdidas en cultivos y pastizales, así como de incendios forestales y severas restricciones en el uso del agua debido a su escasez.
A nivel nacional, Oaxaca se posiciona en el sexto lugar en el índice de sequía, superando únicamente a Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango y Tamaulipas, estados conocidos por sus condiciones áridas.
Las altas temperaturas y la sequía que azotan al estado son efectos del fenómeno de El Niño, el cual podría extenderse hasta mayo. Posteriormente, es probable que dé paso a La Niña, trayendo consigo un descenso en las temperaturas, lluvias intensas y potentes huracanes.
Abordar las repercusiones de estos fenómenos climáticos y redirigir el curso para prevenir que inundaciones y sequías desemboquen en catástrofes, requiere confrontar las secuelas del descuido y la falta de previsión histórica por parte de las administraciones estatales y municipales, así como la insuficiente educación ambiental entre los ciudadanos.
Panorama
El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, establecido por la Organización de las Naciones Unidas en 1993, con el objetivo de promover acciones contra la crisis hídrica global.
Una de las metas, que parece alejarse con el paso de los años, es lograr «Agua y saneamiento para todos para el año 2030».
En la actualidad, 2 mil 200 millones de personas en el mundo carecen de acceso al agua potable. De esta cifra, México contribuye con 21 millones de individuos, y en Oaxaca, 408 mil habitantes no disponen de agua corriente en sus hogares, de acuerdo con datos de la Semarnat de 2022.
De ellos, aproximadamente 194 mil se abastecen de pozos, 35 mil recogen agua de fuentes superficiales, más de 30 mil la solicitan a vecinos, 12 mil utilizan llaves comunitarias y unos 22 mil recolectan agua pluvial.
Oaxaca en 2024
En este año, el fenómeno de El Niño, aún activo, desencadena graves repercusiones a nivel mundial: un incremento en las temperaturas, que podrían establecer récords entre marzo y mayo, así como sequías prolongadas.
El 2021 se destacó como el año más afectado por la sequía en México desde el inicio de los registros, alcanzando picos donde el 95.2 por ciento del territorio estuvo afectado. No obstante, el año más cálido registrado en México fue el 2020, según el Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM, con un aumento en la temperatura promedio de 1.6°C.
Históricamente, la temperatura más alta registrada en México data del 15 de junio de 1966 correspondiente al municipio de San Luis Río Colorado, en Sonora, con 52.5 grados centígrados.
Oaxaca experimenta sequía en el 83 por ciento de sus municipios, siendo el estado más árido del sur de México y ocupando el sexto lugar a nivel nacional, con un 20 por ciento por encima del promedio nacional del 63 por ciento.
De los 570 municipios de Oaxaca, 477 experimentan algún grado de sequía.
Los 55 municipios más afectados están señalados con semáforo rojo (D03) en el Monitor de Sequía de la Conagua, indicando una sequía extrema que pone en riesgo los cultivos y aumenta la probabilidad de incendios forestales severos, obligando a la población a racionar drásticamente el uso del agua.
Municipios como San Miguel Chimalapa, actualmente con un incendio activo, Asunción Ixtaltepec, El Barrio de la Soledad, Chalcatongo de Hidalgo, Matías Romero Avendaño, Pinotepa Nacional y de Don Luis, Putla Villa de Guerrero, La Reforma, San Agustín Chayuco, San Andrés Cabecera Nueva, San Andrés Huaxpaltepec, San Antonio Huitepec, San Francisco Cahuacuá, entre otros, sufren de sequía extrema.
Incendios Forestales
Los incendios forestales, entre las consecuencias más devastadoras de la sequía y el calor extremo, son mayormente provocados por acciones intencionales y un 14 por ciento por prácticas agrícolas.
Desde el 1 al 29 de febrero de 2024se han reportado 307 incendios forestales en 21 entidades federativas afectando 12 mil 529.85 hectáreas
Oaxaca figura entre las entidades más perjudicadas, junto con Chiapas, Chihuahua, Morelos, Estado de México, Veracruz, Chiapas, Puebla, Tlaxcala, Michoacán, Jalisco e Hidalgo.
Hasta la actualización del 8 de marzo, se registraron 59 incendios en la entidad durante el 2024; 43 de ellos forestales y 16 en pastizales, afectando un total de 2 mil 997 hectáreas de bosques y 153 hectáreas de pastizales, según declaraciones de Magdalena Coello Castillo, directora de la Comisión Estatal Forestal (Coesfo).
Contaminación y Organizaciones Rapaces
A mediano plazo, las personas más vulnerables comenzarán a sufrir y fallecer por enfermedades vinculadas al agua, alerta el presidente del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO). Esta situación se ve exacerbada por la creciente demanda de servicios de pipas de agua, una consecuencia directa de la sequía y la insuficiencia de infraestructura hídrica.
Las agrupaciones que representan a los operadores de pipas poseen la capacidad de generar caos para asegurar la operatividad de sus miembros con regulaciones mínimas y sin control sobre la calidad del agua que comercializan, llegando a precios de hasta mil 500 pesos, como lo ha exhibido el mismo gobierno estatal quien igualmente instruyó sanciones.
El pasado 24 de febrero, se reveló que algunos piperos abastecían sus tanques de 10 mil litros con agua del contaminado Río Atoyac, reconocido como un punto crítico de contaminación a nivel nacional por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Atoyac y Salado, el drenaje de los Valles
En los ríos Atoyac y Salado se vierten equivalentes a 124 pipas de aguas residuales cada hora, según declaraciones de la ex titular de la SEMAEDESO ante el Congreso de Oaxaca en 2022. Estos ríos actúan como conductos de desechos líquidos de 34 municipios aledaños, incluyendo la capital del estado, los que en total aportan 86 descargas directas de aguas residuales.
Recordemos que, durante la crisis de residuos, la mayoría de las 800 toneladas diarias de basura recolectadas por el municipio capitalino terminaban en las orillas del Río Atoyac, donde aún se pueden ver montañas de desechos, camiones descargando basura, recolectores informales y fauna nociva.
El hecho de que se haya identificado a piperos extrayendo agua del Río Atoyac, circulando sin identificación vehicular y proliferando bajo el amparo de organizaciones que se benefician de una necesidad básica, presagia un escenario sombrío cuyas primeras víctimas serán, una vez más, los más desfavorecidos.
«El servicio irregular de pipas está causando la muerte de personas», advierte el líder del COAO.
Generalizado
La contaminación que perjudica los cuerpos de agua en Oaxaca se extiende por todo el estado y tiene consecuencias mortales.
En junio del año anterior, el Río Los Perros en Juchitán se vio invadido por cientos de peces muertos. Las investigaciones apuntan a una posible deficiencia de oxígeno en el agua, relacionada con la contaminación, ya que las aguas residuales del municipio también desembocan en este río.
Este problema tiene más de 30 años de antigüedad, agravado por la falta de renovación de la red de drenaje al pavimentar las calles y exacerbado por los terremotos de 2017. A pesar de que entre 2018 y 2021 se repararon 30 de 97 puntos colapsados, persisten 67 puntos críticos que requieren atención, pero no se dispone de presupuesto.
En 2019, el gobierno de Alejandro Murat asignó y redirigió 40 millones de pesos tras solicitar un préstamo considerable, pero esos fondos nunca se materializaron.
La operación de las mineras en la entidad también ha tenido devastadoras consecuencias en la contaminación de mantos acuíferos, enfermedades y muertes; mismas que están registradas.
Enfermedades Asociadas al Agua
A nivel nacional, si bien han disminuido las defunciones por enfermedades infecciosas, se observa un incremento en afecciones relacionadas con infartos, accidentes cerebrovasculares, sobrepeso, obesidad y diabetes.
Sin embargo, en estados como Guerrero, Chiapas, Michoacán y Oaxaca, persiste un rezago en esta transición epidemiológica, con altas tasas de mortalidad atribuidas a enfermedades infecciosas y desnutrición, directamente relacionadas con el agua.
En regiones como Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Puebla, estudios indican una correlación significativa entre la mortalidad infantil y el porcentaje de hogares sin acceso a agua potable.
Además, se evidencia una relación directa entre la falta de drenaje en los hogares y la mortalidad infantil, siendo Oaxaca, junto con Chiapas y Puebla, uno de los estados más afectados.
Estos hallazgos son parte del estudio «El Agua en México», realizado por la Universidad Iberoamericana, que resalta cómo la escasez y contaminación del agua impactan severamente a amplios sectores de la población, afectando desproporcionadamente a los más pobres, lo cual es crucial desde la perspectiva de la salud pública y la equidad social.
Protestas por el Agua
En contextos bélicos, el sabotaje a la infraestructura hídrica es una táctica común para ganar las guerras, de ese nivel es la importancia del agua.
En México no hay guerra, pero sí protestas de diversa intensidad por la falta del vital líquido.
Se teme, por ejemplo, la llegada del «Día Cero», cuando la población del Valle de México, compuesta por 22 millones de personas, podría enfrentarse a una escasez de agua debido a fenómenos meteorológicos adversos, falta de planificación y una infraestructura hídrica deficiente.
En la Ciudad de Oaxaca, aunque los niveles de sequía no alcanzan extremos, el semáforo indica que el municipio está anormalmente seco, clasificado en el nivel D0 (anormalmente seco) en una escala que asciende hasta D4 (sequía excepcional).
Herencia e infodemia
El director del organismo operador del agua (SOAPA), Omar Pérez Benítez, lidia con una crisis de distribución sin precedentes en la capital, que ha provocado múltiples protestas en distintos puntos de la ciudad entre diciembre y marzo por parte de residentes de varias colonias.
Los habitantes de colonias como Lindavista, Aurora, La Cascada y Lomas de San Jacinto, pertenecientes a la agencia municipal de Candiani, se quejan de periodos de hasta dos meses sin suministro de agua potable.
Pérez Benítez argumenta que la demanda de agua en la zona metropolitana de Oaxaca es de aproximadamente 195 litros por segundo, mientras que la necesidad real es de 400 litros por segundo.
A esto se suma la falta de mantenimiento de los pozos y el deterioro de las tuberías, que resultan en más de 700 fugasen las líneas de conducción y distribución, ocasionando pérdidas de más del 50 por ciento del suministro.
Por si algo faltara, el 10 de marzo del 2024, personal y usuarios del ISSSTE Oaxaca se unieron a las protestas contra el organismo operador de Agua Potable debido a la falta de agua en el hospital, “poniendo en riesgo la salud de los pacientes”.
Sin embargo, dicha información, que fue retomada por medios de información estatal y nacional resultó falsa según las declaraciones posteriores del mismo director del nosocomio, Emanuel de Jesús Cortes Santiago.
Respuesta Gubernamental
La complejidad de la sequía en Oaxaca ha impulsado a la administración estatal a adoptar medidas extremas, delineando estrategias a corto, mediano y largo plazo.
A saber: Cuarenta años sobrevivió Oaxaca sin una política hídrica, de acuerdo con datos proporcionados por el secretario de Gobierno Jesús Romero, en el marco de la conferencia mañanera del gobernador del Estado, Salomón Jara, el pasado marte 12 de marzo.
El plan de mayor alcance es el Programa Estratégico de Agua y Saneamiento, Agua para Todas y Todos, que integra las Secretarías de Infraestructura, Medio Ambiente y Agua, bajo la dirección del responsable de la política interna del estado, Jesús Romero.
La estrategia se compone de cuatro pilares fundamentales: la Gestión Sostenible de los Recursos Hídricos, el Acceso Equitativo al Agua Potable, la Adaptación al Cambio Climático, y la Participación Comunitaria y Gobernanza del Agua.
Paralelamente, se ha dado atención inmediata al desabasto de agua potable en la ciudad de Oaxaca de Juárez y su área conurbada, mediante el uso de hidrantes móviles, distribución de tinacos y pipas en las zonas más críticas.
Corrupción
Durante la conferencia de presentación de la estrategia hídrica, Jesús Romero, titular de la Secretaría de Gobierno (SEGO), reveló que, en la administración anterior, recursos del Banco Mundial destinados a la crisis hídrica de Oaxaca fueron malversados y, como consecuencia, retirados por la entidad financiera.
Estos fondos, que debían emplearse en la gestión del agua, fueron desviados para propósitos políticos.
Futuro Climático
Los pronósticos climáticos son desalentadores. El abandono histórico de la infraestructura hídrica, la sobreexplotación de ríos y acuíferos, la proliferación de pipas que extraen agua de forma irregular y sin tratamiento adecuado, así como la contaminación tolerada en los ríos de Oaxaca, demandan inversiones considerables y una evaluación constante de los programas en marcha. Estas acciones deben no solo atender la emergencia actual, sino también adaptar y mantener estrategias a mediano y largo plazo.
La calidad de vida está intrínsecamente ligada al presupuesto. La escasez de inversión en el manejo, saneamiento y distribución del agua afecta desproporcionadamente a los más desfavorecidos.
Según Raúl Rodríguez Márquez, presidente del Consejo Consultivo del Agua, en México se necesita una inversión de 120 mil millones de pesos a lo largo de 10 años para garantizar el acceso universal al agua. Sin embargo, para el año 2024, el presupuesto asignado por la Cámara de Diputados nacional al sector fue de apenas 67 mil millones de pesos
Conclusión: Enfrentar la crisis
El panorama hídrico en Oaxaca refleja una crisis multifacética que va más allá de la sequía y la escasez.
Las implicaciones de la gestión del agua, la corrupción de administraciones pasadas y la falta de infraestructura adecuada se entrelazan con la salud pública y la equidad social, afectando desproporcionadamente a los más vulnerables.
La respuesta gubernamental del gobierno jarista, aunque estratégicamente estructurada, enfrenta el desafío de la implementación y exige tanto una multimillonaria inversión como la integración de la ciudadanía.
La inversión en infraestructura hídrica y programas de saneamiento es crucial no solo para mitigar la crisis actual, sino para asegurar un futuro sostenible.
Sin embargo, en el país, la brecha entre la necesidad financiera y el presupuesto asignado es significativa, lo que pone en riesgo el acceso al agua para todos los mexicanos: de los 120 mil millones anuales que se requieren para resolver el abasto en el país (durante diez años consecutivos), este 2024 solo se asignaron 67 mil millones al sector.
En este reportaje, Ahora Oaxaca busca destacar la urgencia de una acción concertada que aborde tanto las causas inmediatas como las raíces profundas de la crisis del agua en Oaxaca. Solo así se podrá garantizar el derecho humano al agua y proteger la vida y el bienestar de las generaciones presentes y futuras.