Este lunes, doña Linda emprendió el regreso a Nicaragua llevando consigo los cuerpos de su esposo Reynaldo, de 31 años, y su hija Keyla, de ocho, quienes murieron tras ser atropellados el pasado 29 de agosto en la carretera Panamericana 190, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
El accidente ocurrió cerca de Santiago Niltepec, mientras la familia caminaba como parte de la caravana migrante “La Roca de Dios”. En el lugar también resultaron lesionadas otras personas, entre ellas la señora Martha, quien falleció horas después en un hospital de Juchitán.
De acuerdo con testimonios de los migrantes, las autoridades locales ofrecieron apoyo y justicia tras el incidente, pero hasta ahora no han cumplido. Los familiares reportaron que tuvieron que organizar rifas para costear el traslado de los cuerpos a su país.
La Fiscalía para la Atención de Migrantes informó que el caso se mantiene abierto y será retomado con un nuevo juez en las próximas semanas. Sin embargo, los afectados señalaron que no han recibido información clara sobre el responsable del accidente ni sobre la empresa de seguridad vinculada al conductor.
Tras cuatro meses de espera, los cuerpos de Reynaldo y Keyla son repatriados a Nicaragua, mientras las familias continúan en busca de respuestas y justicia.