Manifestantes que se identifican como integrantes del colectivo «Cuba Libre» realizaron una protesta frente a la catedral del Zócalo de Oaxaca. En su discurso, expresaron un contundente rechazo a las políticas implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien señalaron por su actitud hostil hacia migrantes y pueblos latinoamericanos. Así mismo, los manifestantes criticaron la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, una decisión que consideran injustificada: «Cuba es un país que envía médicos y maestros, no bombas», declararon.
Además, el colectivo condenó la construcción de un muro fronterizo entre México y Estados Unidos, argumentando que representa un símbolo de despojo y racismo. Según ellos, estas políticas buscan estigmatizar a los migrantes mexicanos, quienes contribuyen significativamente al desarrollo económico de Estados Unidos con trabajos que, aseguraron, los norteamericanos no suelen realizar. Uno de los puntos más sensibles mencionados durante la protesta fue el despojo territorial que sufrió México en el siglo XIX, cuando gran parte de su territorio fue anexado a Estados Unidos tras la guerra de 1846-1848. Los manifestantes enfatizaron que muchas de las regiones fronterizas que Trump busca aislar tienen profundas raíces mexicanas.
El grupo «Cuba Libre», compuesto por activistas locales y simpatizantes de movimientos latinoamericanistas, encabezó la protesta con pancartas y discursos que llamaron a la memoria histórica y a la solidaridad internacional. Su objetivo principal fue visibilizar lo que consideran políticas imperialistas y fomentar la resistencia frente a ellas. Aunque no se registraron enfrentamientos ni intervenciones policiales, la protesta captó la atención de transeúntes y turistas en el corazón de Oaxaca. El mensaje, sin embargo, trasciende el espacio local, al conectar temas de migración, historia y derechos humanos que afectan a toda la región.