La Arquidiócesis de Antequera Oaxaca dio inicio al Año Santo Jubilar de la Esperanza, un periodo especial de gracia y transformación espiritual que se extenderá hasta el 6 de enero de 2026. La ceremonia de apertura se llevó a cabo este 29 de diciembre de 2024 en la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción, donde Mons. Pedro Vázquez Villalobos, Arzobispo de Oaxaca, presidió una misa solemne. Acompañado de sacerdotes, seminaristas y fieles, el Arzobispo destacó que este jubileo, convocado por el Papa Francisco, representa un tiempo de reflexión y renovación en la fe, guiado por el lema “La esperanza no defrauda”.
Como parte de las actividades jubilares, se han designado diez iglesias en la arquidiócesis como “Santuarios de Gracia y Misericordia Jubilar”, entre ellas la Catedral Metropolitana de Oaxaca, el Santuario de la Inmaculada Concepción de Juquila y la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán en Ocotlán. Estas sedes serán puntos de encuentro para los fieles, quienes podrán participar en misas, confesiones y oraciones, además de obtener indulgencias plenarias. Mons. Vázquez explicó que estas indulgencias son un elemento central del jubileo, ya que representan la remisión de la pena temporal por pecados ya perdonados, siempre y cuando se cumplan las condiciones establecidas por la Iglesia, como la confesión sacramental y la participación en la Eucaristía.
En su mensaje, el Arzobispo hizo un llamado a los sacerdotes para que sean accesibles y pacientes en el sacramento de la confesión, recordándoles que son instrumentos de la misericordia divina. “No te canses de perdonar y absolver de los pecados a los hermanos que son pecadores, como tú”, expresó. Asimismo, animó a las familias a fortalecer su fe a través de la oración diaria, destacando que este acto de devoción es fundamental para enfrentar los desafíos de la vida con esperanza y confianza en Dios.
El Año Santo Jubilar de la Esperanza busca, según las palabras del Papa Francisco, fomentar la reconciliación, promover la dignidad de las personas y construir una sociedad más justa y solidaria. En este espíritu, Mons. Vázquez exhortó a los fieles a abrir sus corazones y convertirse en agentes de esperanza en sus comunidades, inspirados por el amor divino que, aseguró, nunca defrauda.
Con este llamado, la Arquidiócesis de Oaxaca inaugura un tiempo de renovación espiritual, invitando a todos los creyentes a participar activamente en las actividades jubilares y a aprovechar este periodo como una oportunidad para el crecimiento personal y comunitario en la fe.