El desarrollo de la inteligencia artificial (IA) impuso innovaciones significativas, pero también dió lugar a preocupaciones sobre su uso malintencionado, destacando la clonación de voz como una tendencia preocupante utilizada por estafadores.
Esta técnica permite replicar la voz de una persona con alta precisión a partir de solo tres segundos de audio, lo que ha facilitado fraudes de gran envergadura. Un estudio reciente en el Reino Unido indica que el 46% de los adultos no está al tanto de estas estafas, lo que resalta la necesidad de aumentar la conciencia pública sobre los riesgos asociados con la clonación de voz.
Los impactos económicos de estas estafas son considerables, con casos notables como el robo de 51 millones de dólares australianos a una empresa en los Emiratos Árabes Unidos mediante la imitación de un alto ejecutivo.
Los expertos en ciberseguridad advierten que estas actividades delictivas están en aumento y evolucionando, especialmente debido al fácil acceso a herramientas de clonación de voz. Para mitigar estos riesgos, se sugieren varias medidas preventivas, como implementar tecnologías de verificación robustas, establecer regulaciones sobre el acceso a herramientas de clonación, y fomentar la verificación de identidad en situaciones sospechosas.