El periodista Álvaro Cuitlahuac López compartió en rueda de prensa los avances de su situación tras la agresión sufrida el pasado viernes 7 de marzo, cuando fue interceptado por agentes de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) en un operativo en Oaxaca. López detalló que, al llegar al lugar de los hechos, donde su padre estaba siendo agredido, intentó grabar la intervención policial, pero fue detenido y golpeado por los oficiales. Según su relato, los agentes le pidieron identificación, a pesar de que él se identificó como periodista y mostró su credencial de prensa. Sin embargo, las autoridades le exigieron su INE y, al negarse, intentaron arrebatarle el teléfono móvil, lo que derivó en un altercado físico y psicológico.
El reportero señaló que fue sometido a tortura física y psicológica, sufriendo golpes que le causaron daño en los oídos y otras lesiones. Durante su detención, también fue testigo de burlas por parte de los oficiales, quienes se llevaron sus pertenencias. A pesar de la movilización de colegas y la solidaridad de la comunidad periodística, López relató cómo fue liberado, pero aún sigue esperando la reparación total de los daños ocasionados durante la agresión. Además, se encuentra en espera de los resultados médicos de los rayos X que confirmarán las lesiones que sufrió.
Aún se desconoce el estado de los agentes involucrados en el operativo y si han sido puestos a disposición de las autoridades para su investigación. La situación ha generado preocupación entre los periodistas de Oaxaca, quienes exigen justicia por los abusos cometidos durante el ejercicio del derecho a la libertad de expresión.