Este grupo de ciudadanos, procedentes de Centroamérica y Sudamérica, continúa su travesía por la carretera federal 200 con la mirada puesta en su primera meta: llegar hasta San Pedro Pochutla. Una vez allí, evaluarán su próxima ruta en busca de un futuro más esperanzador. La solidaridad y la determinación guían cada paso de esta caravana, en su búsqueda de mejores oportunidades y condiciones de vida.
De acuerdo a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), en esta caravana participan al menos 500 niñas, niños y adolescentes que requieren una atención especial.