El senador Miguel Ángel Yunes Márquez retiró su solicitud de afiliación al partido Morena, según un oficio dirigido a la presidenta nacional del partido, Luisa María Alcalde. La decisión se dio a conocer tras semanas de polémica dentro de la fuerza política, donde diversas voces, incluida la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, cuestionaron su ingreso por considerarlo contrario a los principios del movimiento. A pesar de este paso atrás, Yunes afirmó que permanecerá en el grupo parlamentario de Morena en el Senado y continuará apoyando la agenda de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La controversia inició en febrero, cuando Yunes, exmilitante del PAN, solicitó su registro a Morena tras su expulsión del partido albiazul por votar a favor de la reforma judicial en septiembre del año pasado. Su apoyo resultó clave para que la bancada oficialista alcanzara la mayoría calificada necesaria. Sin embargo, la gobernadora Nahle pidió a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) del partido que rechazara la afiliación, argumentando que Yunes no representaba los valores de la Cuarta Transformación y aportando pruebas de presuntos vínculos con lavado de dinero, conocidas como la “carpeta azul”. La CNHJ inició un proceso de revisión el 21 de febrero, con un plazo para resolver que vencía el 7 de abril.
En su carta a Alcalde, Yunes explicó que su intención al buscar la militancia fue sumar al proyecto de Sheinbaum, no generar división interna. “Al solicitar mi registro en Morena, expuse con claridad que era consecuencia lógica de mi apoyo a la presidenta y de mi participación en el grupo parlamentario del Senado”, escribió. Añadió que, al conocer la oposición de algunos sectores del partido, decidió desistir para evitar debates que afectaran la unidad. El senador destacó su agradecimiento al coordinador de la bancada, Adán Augusto López, por el respaldo recibido en los últimos meses.
La resolución de la CNHJ, emitida antes del retiro formal de la solicitud, determinó que Yunes mantenía una militancia activa en el PAN, según registros del Instituto Nacional Electoral (INE), lo que impedía su ingreso a Morena. El legislador había expresado previamente su desacuerdo con su expulsión del PAN y su intención de impugnarla, lo que complicó su situación partidista. Pese a este revés, su permanencia en la bancada de Morena en el Senado no se verá afectada, ya que no requiere afiliación formal para integrarse al grupo parlamentario.
El caso de Yunes generó tensiones al interior de Morena, especialmente en Veracruz, donde figuras como Nahle y la senadora Raquel Bonilla se opusieron con firmeza. Bonilla llegó a colocar un cartel en su escaño con el mensaje “A Veracruz se le respeta”, en rechazo a la incorporación del ex panista. Otros legisladores, como el diputado Zenyazen Escobar, también manifestaron su desacuerdo, argumentando que Yunes no encarnaba los ideales del partido. En contraste, líderes como Gerardo Fernández Noroña y Adán Augusto López defendieron su aporte legislativo, destacando su voto en reformas constitucionales clave.