El Día de Muertos, una de las festividades más significativas de México, se acerca, y con él, la oportunidad de honrar a los seres queridos que fallecieron. Cada día de esta celebración tiene un significado particular; por ejemplo, el 28 de octubre está dedicado a las almas de aquellos que sufrieron una muerte trágica, un momento de reflexión y recogimiento.
La tradición establece que las almas llegan al altar en un orden específico, comenzando con las mascotas el 27 de octubre y culminando con todas las almas el 2 de noviembre.
Esta festividad no solo es una celebración, sino también una conexión con las raíces culturales y una forma de reflexionar sobre la vida y la muerte.
a costumbre de preparar ofrendas y altares, que incluyen alimentos y objetos que los difuntos apreciaban en vida, remonta a la época prehispánica, cuando se organizaban ceremonias para guiar a los muertos en su camino al Mictlán. Así, el Día de Muertos se extiende por siete días, cada uno dedicado a diferentes tipos de almas, reflejando la importancia de recordar y honrar a quienes han partido.