Norma Andrade, madre de Lilia Alejandra, llevó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) al Estado mexicano, luego de 24 años sin justicia por el feminicidio de su hija. La joven de 17 años desapareció en febrero de 2001 en Ciudad Juárez y su cuerpo fue hallado una semana después con signos de violencia. En la primera audiencia celebrada en Costa Rica, Andrade denunció omisiones en la investigación, amenazas en su contra y dos atentados que ha sufrido desde que inició su lucha por justicia.
Esta es la segunda vez que México enfrenta un caso de feminicidio en la CoIDH. En 2009, el tribunal internacional dictó sentencia contra el Estado por el caso conocido como «Campo Algodonero». Ahora, en el de Lilia Alejandra, la CoIDH revisa la falta de avances en la investigación y el posible encubrimiento de los responsables. Alan Piñón, del Grupo de Acción por los Derechos Humanos, enfatizó que, aún con una sentencia previa, la situación ha empeorado, pues las muertes violentas de mujeres en México casi se han duplicado desde entonces.
Durante la audiencia, el Estado mexicano presentó sus argumentos sobre la investigación, aunque Andrade señaló que las autoridades solo confirmaron las irregularidades que ha denunciado durante décadas. Entre los hallazgos que refuerzan sus sospechas, mencionó la coincidencia de ADN con un funcionario asesinado en 2010, lo que podría vincular a otros feminicidios. A pesar de los obstáculos, Andrade afirmó que seguirá exigiendo justicia no solo para su hija, sino para todas las víctimas de feminicidio en México.