La Fiscalía General de la República (FGR) ha asumido la responsabilidad de las investigaciones del lado mexicano sobre el túnel descubierto en el bordo del Río Bravo, que era utilizado por traficantes de personas para introducir migrantes de manera ilegal a los Estados Unidos. Este hallazgo, realizado durante un operativo binacional, ha atraído la atención tanto de las autoridades mexicanas como estadounidenses.
La FGR confirmó que ha tomado el control del caso, a pesar de la participación activa de efectivos estatales y otras corporaciones en el operativo. La entrada del túnel, que conecta con la red de desagüe de El Paso, Texas, fue asegurada por elementos de la Guardia Nacional, quienes establecieron un perímetro de vigilancia en la mañana del sábado. El túnel se encuentra cerca del Punto o Puerta 28, a espaldas de la Plaza de la Mexicanidad.
El lugar, que originalmente servía como alcantarilla o desagüe, había sido sellado con dos planchas de concreto para evitar la filtración de agua en la banqueta de la Prolongación Pérez Serna. Sin embargo, los responsables del túnel intentaron disimular la entrada plantando árboles silvestres alrededor, con la finalidad de dificultar su localización por parte de las autoridades.
A pesar de los esfuerzos por ocultar la estructura, los objetos encontrados en el interior del túnel fueron asegurados por las autoridades estadounidenses, quienes han liderado el operativo y las investigaciones relacionadas con este caso, que ha generado gran interés a nivel internacional.
Hasta el momento, la Patrulla Fronteriza no ha emitido declaraciones adicionales sobre el avance de las investigaciones ni ha revelado detalles sobre la cantidad de personas detenidas durante este importante operativo.