Con la llegada del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, se implementarán importantes reformas en el sistema educativo mexicano a través del proyecto «Nueva Escuela Mexicana». Esta propuesta tiene como objetivo transformar la estructura educativa del país, promoviendo la igualdad y el desarrollo integral de los estudiantes. Los cambios, que entrarán en vigor en el ciclo escolar 2025-2026, se centran principalmente en dos aspectos: el horario escolar y la incorporación de nuevas materias.
Una de las principales modificaciones será la implementación de un programa de horario extendido, dirigido a actividades de educación física y culturales. Esto permitirá que los estudiantes tengan más tiempo para desarrollar habilidades en áreas distintas a las académicas, con un enfoque en la salud física y el desarrollo artístico. Aunque aún no se ha definido el horario exacto para los turnos matutino y vespertino, se está trabajando en una distribución que asegure el cumplimiento de los nuevos objetivos educativos.
En cuanto a los fines de semana, la Secretaría de Educación Pública (SEP) aún evalúa la posibilidad de mantener abiertas las escuelas para actividades adicionales, especialmente en la Ciudad de México, aunque este aspecto está en proceso de análisis. Las escuelas de tiempo completo, que ya cuentan con una jornada extendida, se beneficiarán de este cambio, proporcionando a los estudiantes un ambiente educativo más enriquecido.
En paralelo, se incorporarán nuevas materias que estarán enfocadas en áreas como arte, cultura, deporte y ciencias exactas. Si bien aún no se han definido los nombres exactos de estas asignaturas, la intención es fomentar una educación integral que no solo se limite a los contenidos académicos tradicionales, sino que también impulse el desarrollo creativo y el bienestar físico de los estudiantes. Estas materias complementarán el currículo, brindando a los alumnos herramientas que les permitan sobresalir en distintos campos de conocimiento.
Con estas modificaciones, el gobierno de Sheinbaum busca asegurar una educación equitativa y de calidad para todos los niños y jóvenes del país, adaptando las instituciones educativas a las necesidades del siglo XXI y promoviendo un desarrollo integral que prepare a los estudiantes para los desafíos futuros.