En la conferencia matutina del 30 de enero, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó las acciones implementadas por el gobierno mexicano para garantizar una recepción digna y el respeto a los derechos humanos de los migrantes deportados desde Estados Unidos. Según la mandataria, los deportados llegan a México sin estar esposados, y como parte del protocolo, se les realiza una entrevista para detectar posibles violaciones a sus derechos humanos durante el proceso de deportación.
Hasta el momento, se han identificado dos casos de presuntas vulneraciones: uno involucra a una mujer guatemalteca y otro a un ciudadano mexicano, ambos ya están siendo investigados, y se ha presentado una queja ante las autoridades estadounidenses para revisar los casos.
Para fortalecer la atención a los migrantes, el gobierno mexicano ha establecido centros de atención en la frontera norte y programas de apoyo en aeropuertos como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Estos centros ofrecen asistencia integral, que incluye apoyo laboral y servicios de reintegración para los deportados.
Además, se ha puesto en marcha el programa «Plan México te abraza», con el objetivo de proporcionar protección consular y apoyo a través de agencias de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales, garantizando así el respeto de los derechos de todos los deportados.