En 2023, el Centro de Recursos contra el Robo de Identidad (ITRC, por sus siglas en inglés) reportó más de 3 mil 200 ataques de datos en Estados Unidos, impactando a 353 millones de individuos, incluyendo víctimas recurrentes. Este alarmante panorama subraya la necesidad de que las empresas refuercen sus estrategias de ciberseguridad para proteger sus datos corporativos.
La inteligencia artificial (IA) ha emergido como una herramienta poderosa, tanto para defensores como para atacantes cibernéticos. El Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido (NCSC) advirtió en enero de 2024 que la IA «aumentará casi con toda seguridad el volumen y agudizará el impacto de los ciberataques en los próximos dos años», especialmente en áreas como el reconocimiento y la ingeniería social. Esta evolución tecnológica exige que las organizaciones adopten medidas proactivas para mitigar riesgos.
Para contrarrestar el robo de datos corporativos, es esencial implementar una serie de acciones integrales:
- Mapeo continuo de activos de TI: Mantener un registro actualizado de todos los recursos tecnológicos ayuda a identificar y proteger posibles puntos vulnerables.
- Gestión de vulnerabilidades y parches basada en riesgos: Realizar pruebas de penetración periódicas y aplicar actualizaciones de seguridad reduce la exposición a amenazas.
- Protección de dispositivos corporativos: Asegurar que todos los equipos cuenten con software de seguridad multicapa para prevenir intrusiones.
- Implementación de políticas de contraseñas seguras y autenticación multifactor (MFA): Estas prácticas fortalecen el acceso a sistemas críticos.
- Educación en ciberseguridad: Capacitar al personal para reconocer intentos de phishing y otras tácticas maliciosas disminuye el riesgo de brechas de seguridad.
- Cifrado de datos en tránsito y en reposo: Proteger la información sensible mediante cifrado dificulta el acceso no autorizado.
- Auditoría de proveedores y socios externos: Evaluar regularmente la seguridad de terceros garantiza que cumplan con los estándares de protección requeridos.
La adopción de estas medidas no solo protege los activos más valiosos de una empresa, sino que también fortalece la confianza de los clientes y asegura el cumplimiento normativo. En un entorno donde las ciberamenazas evolucionan constantemente, la vigilancia y la proactividad se convierten en pilares fundamentales para salvaguardar la información corporativa.