Estados Unidos intensificó su postura contra aplicaciones de comercio electrónico chinas, como Shein y Temu, al promover una campaña en México para que los usuarios eliminen estas plataformas de sus dispositivos. La Embajada estadounidense argumentó que estas empresas afectan a la industria local y comprometen la seguridad de los datos personales. Sin embargo, la respuesta de China no se hizo esperar, calificando estas acciones como “prácticas hegemónicas” que impactan negativamente a la economía mexicana y estadounidense.
En este contexto, el gobierno de México implementó nuevas regulaciones fiscales a inicios de 2025, imponiendo un arancel del 19 por ciento a productos de países sin tratados comerciales y un 35 por ciento a textiles importados. Además, los consumidores que compren en estas plataformas deberán registrar su CURP o RFC y estarán sujetos a un límite de diez envíos mensuales. La presidenta Claudia Sheinbaum defendió estas medidas, señalando que el modelo de negocio de estas aplicaciones contribuyó al cierre de empresas textiles nacionales, afectando el empleo y la producción del sector.
Según datos de la Cámara Nacional de la Industria Textil (CANAINTEX), la entrada masiva de mercancía importada representó pérdidas anuales de más de 3 mil 200 millones de dólares y una reducción del 8 por ciento en la producción nacional. Se estima que más de 20 mil empleos en el sector de la confección fueron afectados por esta competencia desleal, lo que refuerza la necesidad de medidas regulatorias para proteger la industria mexicana.