El fabricante japonés Nissan está considerando reubicar su producción desde México hacia otras regiones si se implementan los aranceles del 25 por ciento que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha propuesto para las importaciones mexicanas. Actualmente, Nissan exporta aproximadamente 320 mil vehículos anuales desde México a Estados Unidos.
Makoto Uchida, presidente y CEO de Nissan, declaró en una reciente conferencia de prensa: «Si se imponen aranceles altos, tendremos que estar listos y quizá podamos trasladar la producción de estos modelos a otro lugar. Si esa fuera la decisión, pensaríamos en cómo hacerlo una realidad mientras monitoreamos la situación».
La imposición de estos aranceles podría tener implicaciones significativas para Nissan, ya que una parte considerable de sus ventas en Estados Unidos proviene de vehículos fabricados en México. Además, la empresa ya enfrenta desafíos financieros, con una caída del 98.4 por ciento en su ganancia neta entre abril y diciembre del año fiscal actual. Para contrarrestar estos desafíos, Nissan ha anunciado un plan de reestructuración que incluye una reducción del 20 por ciento en su producción global y el recorte de 9 mil empleos en diversas plantas.
La situación se complica aún más con la reciente suspensión de las conversaciones de fusión entre Nissan y Honda, que podrían haber fortalecido la posición de ambas empresas frente a las amenazas arancelarias. Las diferencias culturales y desacuerdos sobre la estructura de la fusión han llevado a una pausa en las negociaciones, dejando a ambas compañías en una posición vulnerable ante los posibles cambios en las políticas comerciales de Estados Unidos.