Durante las temporadas de frío, es común la circulación de diversos virus respiratorios que presentan síntomas similares, lo que puede generar confusión al intentar identificar la enfermedad específica. Entre estos virus se encuentran el metapneumovirus humano (hMPV), el COVID-19, la influenza y el resfriado común.
El hMPV, identificado por primera vez en 2001, es un virus estacional que suele circular en invierno y primavera. Sus síntomas incluyen tos, fiebre y congestión nasal, similares a los de un resfriado común. Aunque generalmente causa enfermedades leves, puede ser más severo en niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados, llegando a provocar bronquitis o neumonía en casos graves. Actualmente, no existe una vacuna específica para el hMPV; por ello, se recomienda mantener buenas prácticas de higiene, como el lavado frecuente de manos, el uso de mascarillas en lugares con poca ventilación y evitar el contacto cercano con personas infectadas
Por otro lado, el COVID-19 y la influenza comparten síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta, dolores musculares y fatiga. Una característica distintiva del COVID-19 es la posible pérdida de los sentidos del gusto y el olfato. Ambas enfermedades pueden prevenirse mediante la vacunación, que ha demostrado ser efectiva para reducir la gravedad de los síntomas y la propagación del virus. Es importante destacar que, aunque los síntomas pueden ser similares, la capacidad de transmisión y las complicaciones asociadas varían entre estos virus, por lo que es fundamental consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso.