Este 29 de noviembre, México se une para conmemorar el Día Nacional de la Lucha contra el Cáncer de Próstata, una fecha que busca generar conciencia y acción frente a una enfermedad que representa un serio problema de salud pública. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), este padecimiento es la principal causa de muerte por cáncer en hombres mayores de 65 años, con más de 7,800 decesos registrados anualmente.
El cáncer de próstata es conocido por su progresión lenta, lo que brinda una oportunidad invaluable para detectarlo en etapas iniciales. Sin embargo, los estigmas culturales y la falta de información dificultan que muchos hombres accedan a pruebas preventivas.
Las principales herramientas para su detección incluyen:
Prueba de Antígeno Prostático Específico (PSA): un análisis de sangre que mide los niveles de esta proteína.
Tacto rectal: un examen físico que ayuda a identificar anomalías en la próstata.
Estas pruebas son recomendadas para hombres a partir de los 50 años, o desde los 40 si hay antecedentes familiares de la enfermedad.
El sedentarismo, el consumo de alimentos ricos en grasas, el tabaquismo y la obesidad, problemas prevalentes en el país, aumentan el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Asimismo, los hombres con antecedentes familiares de cáncer de próstata tienen el doble de probabilidades de padecerlo, según datos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
Además de las vidas que cobra, el cáncer de próstata genera un impacto económico significativo en las familias mexicanas y en el sistema de salud pública. En 2023, el gasto promedio de un tratamiento osciló entre 40,000 y 300,000 pesos anuales, dependiendo del avance de la enfermedad y del acceso a servicios de salud.