Cada 6 de enero, millones de mexicanos se reúnen en torno a la tradicional Rosca de Reyes, un pan que simboliza el amor eterno de Dios, adornado con frutas cristalizadas que representan las joyas de las coronas de los Reyes Magos. Aunque el 6 es el día oficial para compartir esta deliciosa tradición, muchas familias prefieren adelantarse y partir la rosca desde la noche del 5 de enero, en una celebración que marca el final de las festividades navideñas.
La confusión sobre cuándo disfrutarla se debe a que la noche del 5 de enero es esperada con emoción por los niños, quienes reciben regalos de los Reyes Magos. Para aprovechar este momento, algunas familias deciden partir la rosca esa noche, extendiendo la festividad. Sin embargo, el 6 de enero sigue siendo el día simbólico por excelencia, ya que coincide con la conmemoración de la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al Niño Jesús.
Este debate anual resalta la importancia cultural y familiar de la Rosca de Reyes, más allá de las fechas exactas. Lo esencial, según expertos, es mantener viva la tradición y disfrutar de la unión que provoca en los hogares mexicanos.