Cada 6 de enero, México celebra el Día de la Enfermera y el Enfermero, una fecha dedicada a honrar la invaluable labor de quienes están en la primera línea del cuidado de la salud. Instituida en 1931 por el Dr. José Castro Villagrana, entonces director del Hospital Juárez de México, esta conmemoración resalta el papel fundamental de la enfermería en el sistema de salud nacional.
Castro Villagrana describió a las enfermeras como un verdadero «regalo de Reyes» para los pacientes, destacando su entrega y vocación. Desde entonces, este día se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de dignificar y profesionalizar esta noble práctica.
En hospitales, clínicas e instituciones de salud pública y privada, se organizan ceremonias y convivencias en reconocimiento al esfuerzo del personal de enfermería. Además, se llevan a cabo capacitaciones, congresos y talleres que buscan fortalecer su preparación profesional.
El personal de enfermería enfrenta retos diarios, especialmente en momentos de crisis sanitaria, como lo fue la pandemia de COVID-19, donde demostraron su compromiso con el bienestar de la población. Este día sirve para valorar su trabajo y promover mejoras en sus condiciones laborales.
Las enfermeras y enfermeros no solo brindan atención directa a los pacientes, sino que también desempeñan un papel crucial en la prevención de enfermedades, la educación en salud y el acompañamiento en procesos médicos. Su empatía, humanidad y conocimientos los convierten en pilares fundamentales del sistema sanitario.
El Día de la Enfermera y el Enfermero es un recordatorio de la necesidad de continuar apoyando su desarrollo profesional, garantizando su bienestar y reconociendo su aporte esencial a la salud de las y los mexicanos.