El Instituto Nacional Electoral (INE) ha recibido solicitudes de 89 organizaciones que buscan constituirse como partidos políticos nacionales. Este proceso, que inició el 8 de enero y concluyó el 31 del mismo mes, marca el comienzo de un camino riguroso para aquellas agrupaciones que aspiran a participar en el panorama político mexicano.
Para obtener el registro, las organizaciones deben cumplir con requisitos establecidos por la Ley General de Partidos Políticos. Entre ellos, se encuentra la celebración de al menos 20 asambleas estatales con la participación mínima de 3,000 afiliados por entidad, o bien, 200 asambleas distritales con al menos 300 afiliados cada una. Además, deben reunir un total de 256,000 afiliados a nivel nacional, cifra que representa el 0.26% del padrón electoral federal.
Este fenómeno no es nuevo en México. En el proceso de 2019, 106 organizaciones manifestaron su intención de convertirse en partidos políticos nacionales; sin embargo, solo tres lo lograron: Fuerza por México, Redes Sociales Progresistas y Partido Encuentro Solidario. Estas fuerzas políticas obtuvieron su registro en 2020, pero perdieron su acreditación tras las elecciones de 2021 al no alcanzar el umbral mínimo de votos requerido.
La proliferación de nuevas agrupaciones plantea interrogantes sobre la necesidad y viabilidad de más partidos en el sistema político mexicano. Expertos señalan que, más allá de la cantidad, es fundamental que estas opciones sean atractivas y representativas para la ciudadanía. La falta de credibilidad y el desgaste de los partidos tradicionales han llevado a una concentración del poder en una sola fuerza política, lo que evidencia la necesidad de una oposición renovada y efectiva.
Será hasta julio de 2026 cuando el INE determine cuáles de estas organizaciones cumplen con los requisitos para obtener su registro como partidos políticos nacionales. De ser aprobadas, podrán participar en las elecciones intermedias de 2027 y, posteriormente, en las presidenciales de 2030.