Por: Aylin Paredes
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, informó que los vehículos exportados a Estados Unidos estarán sujetos a un arancel del 25 por ciento, salvo por las partes fabricadas en territorio estadounidense. Esta medida, derivada de la política comercial de ese país, podría afectar a la industria automotriz mexicana, aunque Sheinbaum subrayó que el gobierno busca negociar mejores condiciones. En cuanto a las autopartes, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) las mantiene libres de aranceles hasta que las autoridades estadounidenses definan un mecanismo para determinar su contenido no estadounidense.
Sheinbaum destacó que las empresas que importen vehículos bajo el T-MEC podrán certificar el contenido estadounidense de sus unidades, permitiendo que el arancel del 25 por ciento solo se aplique al valor de los componentes fabricados fuera de ese país. A pesar de la complejidad de la medida, consideró que México mantiene una posición preferencial en el sector automotriz por su integración con la industria estadounidense. No obstante, reiteró la intención de su gobierno de seguir dialogando para alcanzar condiciones más favorables.
En el caso del acero y el aluminio, la mandataria explicó que estos materiales enfrentarán un arancel general impuesto por Estados Unidos a nivel global. Sin embargo, no precisó si México buscará exenciones o ajustes en esta medida.