El presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho referencia a una campaña que considera como vulgar en su contra, atribuyendo esta situación al proceso electoral en curso. Durante sus declaraciones, expresó su disposición a tolerar diferencias de opinión e incluso excesos en las denuncias, aludiendo a lo que percibe como exageraciones y calumnias dirigidas hacia su gobierno y hacia él mismo.
López Obrador mencionó específicamente el caso de acusaciones relacionadas con supuestos negocios ilícitos de sus hijos en el proyecto del Tren Maya, afirmando que no intervendrá ni influirá en una eventual investigación, e instando a que, si existen pruebas, se presenten las denuncias correspondientes.