Ocho de cada diez mexicanos padecen algún problema gastrointestinal, según advierten especialistas en gastroenterología, quienes destacan que factores como el estrés, la obesidad y el uso excesivo de antibióticos agravan esta situación al alterar la microbiota intestinal. El dato, presentado por expertos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ), refleja una crisis de salud digestiva en el país, donde enfermedades como el estreñimiento crónico, el síndrome de intestino irritable y el reflujo gastroesofágico son cada vez más comunes.
De acuerdo con Nimbe Torres, investigadora del departamento de Fisiología de la Nutrición del INCMNSZ, entre el 20 por ciento y el 25 por ciento de la población sufre estreñimiento crónico, mientras que el 15 por ciento padece síndrome de intestino irritable, conocido también como colon irritable. Asimismo, cerca del 30 por ciento experimenta síntomas de reflujo al menos una o dos veces al mes. José María Remes-Troche, presidente de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, subraya que México registra una alta prevalencia de estos síntomas, lo que posiciona a los trastornos digestivos como un problema de salud pública significativo.
Los especialistas identifican múltiples causas detrás de esta tendencia. El consumo de dietas ricas en alimentos ultraprocesados, bajos en fibra y altos en aditivos, afecta la salud intestinal. A esto se suma el estrés crónico, que altera la motilidad del intestino, y el uso indiscriminado de antibióticos, que elimina bacterias esenciales para la digestión. La obesidad, un problema que afecta a más del 70 por ciento de los adultos mexicanos según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, también contribuye a estas alteraciones.
Los médicos exhortan a la población a adoptar medidas preventivas. Recomiendan aumentar el consumo de fibra mediante frutas, verduras y alimentos fermentados con probióticos, reducir el estrés con técnicas de relajación y evitar la automedicación, especialmente con antibióticos y antiácidos. Asimismo, enfatizan la importancia de buscar atención especializada ante síntomas persistentes como dolor abdominal, distensión o acidez frecuente, para evitar complicaciones a largo plazo.