El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) cumplió tres años de operaciones el pasado 21 de marzo, consolidándose como un referente nacional de infraestructura moderna, eficiencia operativa y crecimiento sostenido. Lejos de ser solo una obra emblemática, el AIFA es ya una realidad funcional, estratégica y en expansión, que ha demostrado su capacidad para conectar al país con calidad y agilidad.
A marzo de 2025, el aeropuerto ha registrado más de 11.3 millones de pasajeros en aviación comercial y un total de 102,100 operaciones aéreas acumuladas, de las cuales 95,952 fueron de aviación comercial y 6,148 de aviación general. Además, ha movilizado más de 712 mil toneladas de carga, consolidando su posición como centro logístico emergente de alto impacto.
Estas cifras hablan de éxito, pero también de confianza: el aeropuerto genera ya más de 2,663 millones de pesos anuales, derivados exclusivamente de sus servicios aeroportuarios, complementarios y comerciales. Los ingresos se han incrementado de manera proporcional al crecimiento de las operaciones, pasando de 1,328 millones en 2022 a 2,663 millones proyectados para este año.
El AIFA tiene mucho que presumir: instalaciones de vanguardia, seguridad operacional, eficiencia en tiempos y una capacidad de atención que compite con los más altos estándares internacionales. Sin embargo, hay un aspecto clave que aún no ha sido suficientemente difundido: la mejora en el acceso terrestre.
Hoy es posible llegar al AIFA desde la Central de Autobuses del Norte y diversos puntos estratégicos de la Ciudad de México, mediante servicios de autobuses que operan de forma segura, cómoda y económica. Esta conectividad no solo alivia la carga vehicular y reduce la necesidad de transporte privado, también democratiza el acceso al aeropuerto para millones de personas que desean volar sin obstáculos logísticos.
Y aquí es donde surge el llamado urgente: hace falta más publicidad, más comunicación y más difusión. Muchos ciudadanos aún desconocen que pueden llegar al AIFA de forma sencilla y accesible. No basta con construir el aeropuerto más moderno si la gente no sabe cómo llegar a él.
Desde este espacio, hacemos un llamado al Director General del AIFA y a las autoridades competentes para que impulsen una campaña masiva de información ciudadana respecto al acceso al aeropuerto está debe ser parte de una narrativa clara y pública que invite a utilizar esta obra que tanto ha costado construir, mantener y posicionar.
Porque un aeropuerto no es solo concreto y torres de control. Un aeropuerto es movilidad, oportunidad y desarrollo. Y en eso, también hay que volar más alto.