La menstruación y sus efectos en la productividad laboral siguen siendo un tema poco atendido en muchas empresas. Según el informe Menstruación y productividad laboral, elaborado por Dalia Empower y Plenna en colaboración con Essity, el 48 por ciento de las mujeres en México ha tenido que tomar tiempo de su jornada laboral para atender molestias menstruales, lo que repercute en su desempeño. En empresas con políticas que apoyan a sus trabajadoras, la disminución de productividad es menor, con un promedio de 2.52 días de inactividad al año, mientras que en compañías sin estas medidas, el impacto alcanza los 3.1 días.
El estudio también señala que solo el 11 por ciento de las empresas encuestadas han implementado políticas como licencias menstruales, horarios flexibles o trabajo remoto para mitigar los efectos de la menstruación en sus empleadas. Entre los beneficios reportados, destacan el aumento en la productividad, el compromiso laboral y un mayor sentido de pertenencia. Sin embargo, el tabú en torno a la menstruación persiste, y muchas mujeres evitan mencionar la causa de sus ausencias por temor a repercusiones laborales o por considerarlo un asunto privado.
A nivel legislativo, las licencias menstruales solo han sido aprobadas en Colima, Hidalgo, Nuevo León y Michoacán, aunque con restricciones y aplicables mayormente al sector público. En el Congreso federal existen dos iniciativas para ampliar este derecho en todo el país, permitiendo entre dos y tres días de descanso con goce de sueldo para quienes presenten un certificado médico. Mientras estas reformas avanzan, el debate sobre la necesidad de políticas laborales que atiendan este aspecto de la salud femenina continúa en el centro de la discusión.