Este jueves, un fuerte terremoto sacudió el norte de California, específicamente en el condado de Humboldt, a las 10:44 de la mañana. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) reportó inicialmente el sismo con una magnitud de 6.6, pero tras un análisis, elevó la intensidad a 7.0.
El movimiento telúrico generó preocupación en la región, aunque hasta el momento no se han registrado daños significativos ni víctimas mortales.
Como medida preventiva, se emitió una alerta de tsunami que abarcó desde la costa de Oregón hasta el norte de Santa Cruz, cubriendo gran parte del litoral del Pacífico. Horas después, las autoridades descartaron el riesgo, señalando que «actualmente no existe peligro de tsunami para esta zona».
El condado de Humboldt, ubicado en una zona sísmicamente activa cerca de la falla de San Andrés, ha experimentado eventos similares en el pasado. Expertos del USGS indicaron que podrían presentarse réplicas en las próximas horas o días, aunque generalmente de menor intensidad.
Ante el sismo, las autoridades locales instaron a la población a mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de seguridad en caso de emergencias. Equipos de rescate y protección civil han sido desplegados para evaluar posibles daños en infraestructuras críticas y apoyar a la comunidad.
Los residentes de la región compartieron sus experiencias en redes sociales, describiendo el temblor como un evento «intenso y prolongado», que causó la caída de objetos en interiores, pero no mayores afectaciones.
La situación continúa en monitoreo por parte de las autoridades locales y federales, mientras se mantiene la vigilancia en el área para descartar riesgos adicionales.