El robo de identidad sigue siendo un riesgo latente para los usuarios de servicios financieros, pese a una ligera disminución de casos en 2024, según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Este delito, que consiste en la apropiación ilegal de datos personales para obtener créditos o realizar transacciones fraudulentas, ha afectado a cientos de personas, dejando secuelas económicas y legales.
Especialistas advierten que los delincuentes utilizan diversas técnicas como el phishing, el smishing y la manipulación de bases de datos para obtener información confidencial. Una vez con los datos en su poder, pueden usarlos para contratar servicios financieros, realizar compras no autorizadas o incluso engañar a familiares con falsificaciones de voz generadas por inteligencia artificial. En la primera mitad de 2024, la Condusef reportó 638 posibles casos de robo de identidad, con reclamos por créditos no reconocidos, disposición de efectivo y movimientos bancarios sospechosos.
Para reducir el riesgo de ser víctima, expertos recomiendan monitorear constantemente el estado de cuenta, registrarse en burós de crédito y evitar compartir información personal en redes sociales. En caso de detectar irregularidades, se debe reportar de inmediato a la institución bancaria, bloquear cuentas y presentar una denuncia ante las autoridades competentes para minimizar daños y evitar consecuencias legales.