El ejército israelí reconoció que sus soldados cometieron errores en un ataque el 23 de marzo que dejó 15 trabajadores humanitarios muertos en el sur de Gaza, cerca de Rafah. El convoy, compuesto por ambulancias de la Media Luna Roja Palestina, un vehículo de Naciones Unidas y un camión de bomberos, fue blanco de disparos cuando respondía a una emergencia. Inicialmente, Israel afirmó que los vehículos avanzaron de manera sospechosa, sin luces ni coordinación previa, pero un video recuperado desmiente esta versión, mostrando automóviles con luces encendidas y claramente identificados.
Las imágenes, grabadas por el teléfono del paramédico Refat Radwan, uno de los fallecidos, capturan los momentos previos al ataque, con disparos iniciados sin advertencia al amanecer. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguran que los soldados actuaron tras detectar un vehículo ligado a Hamás en la zona, asumiendo una amenaza, aunque admiten que los trabajadores no estaban armados. Los cuerpos fueron hallados una semana después en una fosa común, junto al teléfono que contenía el video, según informó un funcionario de la ONU.
Por su parte, la Media Luna Roja y organizaciones internacionales han exigido una investigación independiente para esclarecer los hechos, mientras las FDI prometieron una revisión exhaustiva. El incidente ocurrió tras la reanudación de operaciones militares israelíes en Gaza el 18 de marzo, luego del colapso de negociaciones para extender un alto el fuego. Desde entonces, el Ministerio de Salud gazatí reporta más de 1,200 muertes en el territorio.
Este episodio ha generado cuestionamientos sobre el respeto al derecho internacional humanitario, que protege a los trabajadores de emergencia. La comunidad internacional sigue atenta a las investigaciones, en un contexto donde el conflicto, iniciado el 7 de octubre de 2023 tras un ataque de Hamás, ha dejado más de 50,600 víctimas en Gaza, según cifras oficiales.