El presidente de Argentina, Javier Milei, enfrenta una investigación judicial por su presunta vinculación con el escándalo de la criptomoneda $LIBRA, un activo digital que promocionó en redes sociales y que derivó en pérdidas millonarias para miles de inversores. La justicia federal argentina, bajo el fiscal Eduardo Taiano, indaga si el mandatario incurrió en delitos como estafa, abuso de autoridad, tráfico de influencias y cohecho tras un tuit publicado el 14 de febrero que disparó el valor de la moneda y su posterior colapso. La pesquisa, que también alcanza a empresarios relacionados con el proyecto, surge a pocos meses de las elecciones legislativas, lo que pone en duda su impacto en la imagen del líder de La Libertad Avanza.
El caso comenzó cuando Milei difundió en su cuenta de X, con 3.8 millones de seguidores, un mensaje que presentaba a $LIBRA como un proyecto para impulsar la economía argentina. En minutos, el valor del activo escaló hasta 4 mil millones de dólares, pero horas después se desplomó, dejando a más de 40 mil inversores con pérdidas estimadas entre 80 y 100 millones de dólares. La fiscalía ordenó medidas como rastrear sitios web vinculados a la criptomoneda y solicitó informes al Banco Central y a la Comisión Nacional de Valores para esclarecer la operatoria. Entre los investigados figuran el estadounidense Hayden Mark Davis, quien proporcionó la infraestructura tecnológica, y los argentinos Mauricio Novelli y Sergio Morales, señalados como intermediarios.
La controversia trasciende fronteras, con denuncias presentadas en Estados Unidos y España. En Nueva York, el estudio jurídico Moyano & Asociados impulsa una demanda colectiva ante el Departamento de Justicia y la SEC, alegando que Milei actuó como promotor de una estafa que violó normativas financieras. En España, el diputado Gerardo Pisarello denunció a Davis por posibles delitos de alteración de mercados y estafa agravada, sugiriendo que el empresario reside en Cataluña. En Argentina, la oposición, liderada por Unión por la Patria, intentó sin éxito crear una comisión investigadora en el Senado, aunque logró que se enviaran pedidos de informes a la Presidencia.
Milei se defendió en entrevistas, afirmando que actuó de buena fe y comparando la inversión en $LIBRA con un juego de casino, donde los riesgos son conocidos. El mandatario eliminó el tuit tras el colapso y aseguró desconocer los detalles del proyecto, pero expertos en criptomonedas alertaron desde el inicio sobre un posible “rug pull”, una maniobra especulativa para inflar y luego liquidar el activo. Encuestas recientes, como la de Analogías, revelan que un 58.1% de los argentinos considera que el escándalo daña la imagen internacional del presidente, mientras su aprobación, que rondaba el 50 por ciento, muestra signos de desgaste. Con las elecciones de octubre en el horizonte, el caso amenaza con erosionar el respaldo que lo llevó al poder.