El 60.8 por ciento de la población mundial dice estar más dispuesta a vacunarse contra enfermedades como resultado de su experiencia durante la pandemia de COVID, según una nueva encuesta codirigida por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en España.
El estudio, publicado en Nature Medicine con la colaboración de la Graduate School of Public Health and Health Policy de la City University of New York (CUNY SPH), ha evaluado la confianza mundial en las fuentes de información -comunidad científica, personal sanitario y autoridades- y en las vacunas mediante encuestas anuales realizadas en 23 países que representan más del 60 por ciento de la población mundial.
Una de las encuestas de los investigadores del ISGlobal, centro impulsado por la Fundación La Caixa de Cataluña, ha revelado que más de 3 de cada 5 participantes (60.8 por ciento) están más dispuestos a vacunarse contra enfermedades distintas del covid desde su experiencia en la pandemia, mientras que solo el 23.1 por ciento se ha mostrado menos dispuesto.
El coautor del estudio y decano de CUNY SPH, Ayman El-Mohandes, ha señalado que este hallazgo “sugiere que existe una apertura general a la vacunación que puede utilizarse para aumentar la confianza en las nuevas generaciones de vacunas y refuerzos contra el COVID-19”.
Solo un año después de que el COVID fuera declarada pandemia, más de 250 millones de personas en todo el mundo habían sido vacunadas contra el SARS-CoV-2, el virus que lo causa, dando lugar a la mayor campaña de vacunación de la historia.
No obstante, la investigación muestra que la intención de vacunarse contra el COVID en 2023 era inferior (71.6 por ciento de los encuestados) a la de 2022 (87.9 por ciento).
Respecto a esta disminución, el jefe del Grupo de Investigación en Sistemas de Salud de ISGlobal y coordinador del estudio, Jeffrey V. Lazarus, considera que los principales desafíos para que la gente se mantenga al día con sus vacunas son “la reticencia ante las vacunas, la fatiga pandémica y la fatiga vacunal”.
La encuesta también evaluó la confianza del público en las fuentes de información utilizadas durante la pandemia.
En general, las fuentes más fiables fueron los profesionales sanitarios (con una puntuación de 6.9 sobre 10) y la Organización Mundial de la Salud (6.5 sobre 10), sin embargo, la confianza pública en la capacidad de las autoridades, la comunidad científica y las organizaciones sanitarias para gestionar futuras pandemias presenta un panorama desigual entre los distintos países.
“La gran variabilidad de la confianza observada en los países deja claro que para mejorar la confianza en las vacunas a nivel mundial se necesitarán estrategias de comunicación locales adaptadas al punto de vista cultural”, ha afirmado Lazarus, y ha añadido que “urge ponerse al día con las vacunaciones de rutina y prepararse para posibles nuevas amenazas pandémicas, por lo que se debe seguir vigilando la confianza en las vacunas”.
Para Ayman El-Mohandes, la solución está en “diseñar mensajes dirigidos a los comunicadores de confianza para fomentar la aceptación de las vacunas”.
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FFO